Lo que necesitas saber para planificar tu viaje al Marathon de Nueva York

Índice del contenido

Acabas de inscribirte al Marathon de Nueva York y no sabes por dónde empezar para organizar el viaje, ¿es así?

O tal vez estás leyendo este artículo porque sueñas con correr la Major más famosa del mundo, pero no tienes ni idea de cómo inscribirte para conseguir el dorsal ¿puede ser? En este caso te recomiendo que leas nuestro post «Mi inscripción al Marathon de Nueva York»

Pero supongamos que ya estás inscrita y que te encuentras bloqueada porque no sabes cómo organizar tu viaje. ¡Tranquila! Intentaré ayudarte compartiendo contigo mi experiencia en la planificación de mi viaje al Maratón de Nueva York.

Ya te imaginarás que el ambientazo que se respira en New York en los días previos y posteriores a la carrera así como el cariño y entrega que todos los neoyorquinos tienen a su Marathon y a todos sus participantes es A-LU-CI-NAN-TE.  Por lo tanto, lo primero que quiero compartir contigo es la confirmación de que regresarás de ese viaje con muchas sensaciones, pero el recuerdo de sentirte «alguien muy importante» por el reconocimiento que te mostrarán los ciudadanos neoyorquinos al ser finisher de su Marathon, eso, amiga mía, perdurará en tu memoria de por vida.

Dime la verdad, ¿cuántas veces has soñado con el recorrido de la prueba? Infinidad de veces, lo presupongo. ¿Te gustaría verlo? Pues pincha en «Mi inscripción al Marathon de Nueva York» ¡Advertencia: te va a emocionar!

La línea de salida está en Staten Island, y comenzarás la carrera atravesando el puente Narrows-Verrazano. Cuando pises este puente te invadirá  el pensamiento de «no me lo creo, estoy aquí» mientras al fondo observas cómo Manhattan te está esperando. Los primeros 26 kms se hacen por Brooklyn y Queens. A continuación entrarás en Manhattan a través del puente Queensboro para llegar hasta Harlem. Seguidamente llegarás hasta el Bronx y regresarás nuevamente a Harlem para, a continuación, entrar otra vez en Manhattan por Central Park  donde cruzarás la meta.

Pero antes de llegar hasta este recorrido tienes que enfrentarte a otro: los preparativos de tu viaje.

Un consejo: no te agobies con nada, disfruta de todos y cada uno de esos preparativos porque, con el tiempo, comprenderás que también han sido una parte muy importante de esta gran aventura.

¡Allá vamos!

DOCUMENTACIÓN NECESARIA PARA VIAJAR A NUEVA  YORK

Hablaré sobre la documentación que precisas como turista para viajar a los Estados Unidos desde España. Si te interesa información al respecto desde otro país, puedes solicitarla a través de nuestro mail info@runnersviajeras.com      ¡Estaremos encantados de poder ayudarte!

Requisitos:

PASAPORTE EN REGLA

  • Tiene que estar en vigor, al menos, dentro del periodo en el que vas a estar en Estados Unidos.

DNI EN VIGOR

  • En el supuesto de que pierdas el pasaporte, el DNI es el documento que la Embajada española necesita para acreditar tu identidad.
  • ¿Conocéis a alguien que en el aeropuerto se haya dado cuenta de que su pasaporte se ha quedado en casita? Yo sí…Y si a ti te sucediese esto, te informo de que en la comisaría del mismo aeropuerto te pueden emitir un nuevo pasaporte y ¡asunto resuelto! (Pero sólo pueden emitir pasaportes, no DNI)

ESTA (DOCUMENTO INDISPENSABLE PARA ENTRAR A LOS ESTADOS UNIDOS)

Documento ESTA
Documento E.S.T.A.
  • ESTA significa Electronic System for Travel Authorization, y es un permiso electrónico que te permite volar a Estados Unidos. Sin este documento es probable que ni te permitan el acceso al avión con destino a Nueva York
  • ¡¡¡OJO CON LOS TIMOS!!! Para cumplimentar la ESTA hazlo exclusivamente a través de su web oficial (https://esta.cbp.dhs.gov/esta). Precio: 14$ aproximadamente. Trámite muy sencillo de realizar, te lo aseguro. Si lo haces a través de la web oficial evitarás que agencias y otras páginas te timen cobrándote cantidades abusivas por hacerte el trámite. Hablo por experiencia, y el timo supuso descontar 80€ al presupuesto de mi viaje.
  • Duración: 2 años. Transcurrido este tiempo si deseas regresar a Estados Unidos tendrás que volver a solicitar una nueva ESTA
  • ¡ATENCIÓN! Estar en posesión de la ESTA no te garantiza la entrada a los Estados Unidos, sólo te garantiza poder volar a los Estados Unidos. Una vez hayas llegado a Nueva York será obligatorio pasar el control de aduanas en donde te preguntarán si tienes la ESTA en vigor, así que te recomiendo que lleves copia impresa para facilitar la labor al personal de control de aduanas.
  • Recuerda que la ESTA no es un visado, y mientras la tengas en vigor sólo podrás permanecer en EEUU máximo 3 meses al año sin visado.

DECLARACIÓN DE ADUANAS

  • Documento necesario para entrar en Nueva York.
  • Este documento te lo entregan en el avión para que lo cumplimentes. Es un formulario sobre el motivo de tu viaje, enfermedades, etc.
  • Una vez cumplimentado guárdalo en lugar seguro porque deberás entregarlo en el control de inmigración. Practicar vuestro inglés porque en este control os hacen preguntas: motivo por el cual has viajado a Nueva York, si es tu primera vez,  cuántos días vas a estar y dónde te vas a alojar.

SEGURO MÉDICO

  • No es una opción, es una obligación: en los Estados Unidos la sanidad es casi inaccesible económicamente hablando. Te recomiendo que contrates un seguro privado. Y recuerda que el seguro de tu dorsal sólo te cubrirá lo que pueda ocurrirte durante la carrera y entrada en meta.
  • Si ya dispones en España de seguro privado te recomiendo que consultes si cubren la asistencia médica en viajes a los EEUU (haz hincapié de que es para Nueva York). En caso afirmativo, pregúntales por el importe máximo que cubriría tu póliza. Si te indican un importe inferior a 60.000€ mi recomendación es que amplíes tu póliza, mínimo,  hasta esa cantidad. ¿Por qué? Si tu póliza te cubre, por ejemplo, hasta 15000€ y tienes que ser ingresado en Nueva York, te aseguro que esa cantidad te será insuficiente.

VUELOS Y HOTEL

Una vez te hayas inscrito al Maratón de Nueva York, la organización de la carrera te enviará varios emails con información variada como, por ejemplo, alojamientos «cercanos» de la meta. Te recomiendo que, igualmente, inviertas parte de tu tiempo en buscar otros que verdaderamente sí lo estén: te aseguro que vas a encontrar opciones bastante más asequibles.

Antes de contarte la historia de mi vuelo y hotel, te dejo mis propias recomendaciones sobre alojamientos económicos si piensas ir al Maratón de Nueva York (los precios que indico son aproximados por noche y habitación doble):

  • Hotel The Leo House: desde 83€.  Dirección:  332 W 23rd St, New York, NY 10011 (en el barrio de Chelsea)
  • Hotel Marrakech: desde 99€. Dirección: Broadway, 2688 5 – Nueva York – 10025 – Nueva York (en el Upper West Side de Manhattan)
  • La Quinta Inn: desde 102€.  Dirección: 31 West 71st Street Upper West Side NY 10023
  • Riverside Tower: desde 160€. Dirección: 80 Riverside Dr, Nwe York, NY 10024 (a orillas del río Hudson, en el Upper West Side)

Y si quieres saber en cuál me alojé, te invito a que sigas leyendo…

En un primer momento, y con la finalidad de poder volar y alojarme con un compañero de entreno, compré un pack de vuelo+hotel por 850€/persona en Booking. Sinceramente, nos pareció un precio razonable que se ajustaba a nuestro presupuesto y, además, el hotel ofertado estaba relativamente cerca de la meta (aunque para ello era necesario coger un metro). La compañía aérea con la que volaríamos era Norweigan, y el hotel era el Leo House.

Pero te cuento lo que me sucedió. Para hacer compras por Internet utilizo una tarjeta asociada a una cuenta en la que, a día de hoy, y con un poco de suerte, habrá un total de 30€ aproximadamente. Cuando necesito hacer uso de esta tarjeta, transfiero previamente a esa cuenta la cantidad exacta que preciso y realizo el pago pertinente. Por lo tanto, cuando procedí a comprar en Booking el pack anteriormente indicado, el proceso de compra informaba de que en ese preciso instante se procedería únicamente al cobro correspondiente al vuelo (400€), y el pago del alojamiento se efectuaría en el hotel durante el check-in. Así que procedí a ingresar en mi cuenta de compras por Internet la cantidad de 400€. Y me quedé tan feliz…

¿Qué sucedió? Un mes después de haber comprado el pack en Booking, el hotel Leo House intentó cobrar la habitación reservada. ¡Has acertado, no había dinero en la tarjeta! Y lógicamente el hotel contactó conmigo vía email para indicarme que si en un plazo de 72 horas no podían realizar el cobro, anularían mi reserva. Y eso fue lo que sucedió: me anularon la reserva porque ese email lo leí unas tres semanas después de su recepción. ¡En qué situación tan idílica me vi a dos meses del Maratón de Nueva York! Tenía dorsal. Tenía vuelo. Y no tenía alojamiento. ¡Menudo panorama se me presentaba!

No me quedó más remedio que rápidamente ponerme a la tarea y buscar un alojamiento si no quería verme durmiendo en el metro de Nueva York. Te puedes imaginar lo que sucedió en mis primeras búsquedas: no encontraba nada. Y lo poco que encontraba tampoco me servía salvo que, de un día para otro, me tocase el cuponazo de la ONCE. Resoplar y resudar fue lo que hice durante 48 horas al pensar en cómo se lo iba a explicar a mi hijo, con toda la ilusión que él tenía con este viaje. De verdad te lo digo, fueron momentos de auténtica angustia.

Pero quiso la suerte que, de forma casual y leyendo la experiencia de un corredor en su primer Maratón de Nueva York, encontrase una reseña sobre un albergue ubicado muy muy cerca de la meta (vas andando, nada de metro): el West Side YMCA. Te soy sincera, lo primero que hice fue entrar en HotelsCombined para ver sus precios: ¡no daba crédito! ¡Y además quedaba libre 1 habitación doble! Créeme si te digo que sin mirar foto alguna de la habitación, la reservé. Durante el proceso de reserva volvieron a indicar que el pago se realizaría in situ y que la cancelación era gratuita hasta dos días antes a la fecha de llegada. Con la experiencia que tenía contacté vía email con el albergue para que me confirmaran por escrito que efectivamente el pago se realizaría allí. Me lo confirmaron. Y así fue: me cobraron la habitación al hacer el check-in en el albergue.

Mi hijo y yo amamos el YMCA. Y creo que con esto te lo digo todo. Además,  regresé de meta a la habitación caminando, porque está a 500 mts de ella. ¡Qué suerte tuvimos! (¿O el Universo lo orquestó todo para recompensar mis momentos de angustia?)

Este albergue está situado en el Upper West Side de Manhattan, a 50 metros de Central Park y a 5 minutos a pie de Columbus Circle, donde teníamos la boca de metro para poder ir a coger el ferry que me llevaría hasta Staten Island el día del Marathon. ¡No me lo podía creer!  Íbamos andando desde el albergue hasta Times Square, Brodway, hasta cualquier lugar de Manhattan. ¡Un lujazo!

Pero también te digo que en nuestra pequeña habitación no había ningún tipo de lujo: una litera para dos, TV,  escritorio y poco más. Estaba limpia. Muy limpia. Y el baño lo teníamos en el pasillo, frente a nuestra habitación. Era semiprivado: accedías únicamente con la tarjeta de tu habitación. Y mientras tú estuvieras dentro, nadie más podía acceder (por eso se llama semiprivado). Una vez hubieses terminado de usarlo, inmediatamente llegaba personal de limpieza para dejarlo impoluto para ser usado de nuevo. Mi hijo y yo, en el hotel, sólo estábamos para dormir y ducharnos. El resto de las horas del día las invertíamos disfrutando del ambiente de las calles de Nueva York, que para eso habíamos volado tantas horas. Por lo tanto lo único que le exigíamos a nuestro alojamiento eran dos cosas: limpieza y colchones cómodos. Te confirmo que el YMCA nos lo ofreció sobradamente. ¿Precio por 5 noches? !!!637,50€ !!! (318,75€/persona)

Y llegó el día de volar hacia Nueva York…

La hora de salida de nuestro vuelo con Norwegian estaba prevista para las 15:00h. Antes de haber llegado al aeropuerto de Barajas (Madrid), recibimos un SMS: se pospone la salida de nuestro vuelo para las 18:00h. A las 17:30 h nos comunican que nuestro vuelo se aplaza de nuevo a las 21:00h. Ya te puedes imaginar las caras de decepción y frustración de los más de 300 viajeros que esperábamos ese vuelo como agua de mayo.

Los compañeros que ya estaban en Nueva York, literalmente, nos quemaron los móviles a mensajes para tener noticias nuestras porque habían escuchado que había problemas en Barajas con un vuelo de Norweigen y querían saber si era el nuestro. ¡Vaya que si lo era! Conseguimos embarcar a las 23:00 h. Y a las 00:30 h el comandante de vuelo solicitó disculpas por las molestias ocasionadas a la vez que nos «invitaba», a la mayor brevedad posible, a bajarnos del avión: nuestro vuelo había sido cancelado. En shock nos quedamos…

No teníamos ni idea de lo que estaba sucediendo. Tampoco nos dieron explicación alguna. Barajas se convirtió en un absoluto descontrol en el que los nervios, la tensión y el estupor se apoderó de la situación junto con los gritos de centenares de personas exigiendo una explicación y, sobre todo, una solución. Nosotros sólo observábamos, escuchábamos e intentábamos comprender lo que estaba sucediendo. Nadie sabía si ese vuelo saldría o no con destino a Nueva York al día siguiente. Lo único que teníamos claro es que estábamos tirados en Barajas… (Con el tiempo, y ya en Nueva York, nos enteramos de que todo lo que nos tocó vivir en Barajas fue provocado por una huelga iniciada ese día por empleados de mantenimiento de la compañía aérea Norwegian).

En un autobús nos trasladaron hasta un hotel para pasar la noche, indicándonos que a las 09.00 a.m estuviésemos de nuevo en el aeropuerto de Barajas para recibir instrucciones. ¿ Y qué hacemos ahora? Mi compañero de entreno, mi hijo y yo tomamos una decisión: no arriesgar con Norweigen, así que nos pusimos inmediatamente a buscar otro vuelo con destino a Nueva York. A las 02:30 a.m (sí sí lo has leído perfectamente, a las 02:30 a.m) nos hicimos con un nuevo billete rumbo a Nueva York con la compañía áerea American Airlines: el embarque era a las 08.00 a.m (así es, sólo tuvimos tiempo para darnos una ducha, tumbarnos un poquito sobre la cama y volver a vestirnos con ropa limpia). ¿Quieres saber cuál fue el precio del billete?: 350€ ida y vuelta/persona (la vuelta fue con escala de 1 hora en Londres).

A las 08:30 a.m el avión de American Airlines despegaba del aeropuerto de Barajas rumbo a Nueva York mientras mi compañero de entreno, mi hijo y yo nos abrazábamos, reían ellos y lloraba yo. Acto seguido caí fulminada por el cansancio y el estrés, sumergiéndome en un profundo y reparador sueño…

Tengo que confesarte que sufrí lo que no está escrito para poder ir al Maratón de Nueva York (sin contar los 6 meses de entrenamiento). Así que imagínate lo que pude experimentar en la línea de salida del Maratón al pisar por primera vez el puente Verrazano-Narrows mientras veía al fondo Manhattan, en donde me esperaba mi hijo…

Dicen que no hay mal que por bien no venga…Toda esta aventura me permitió disfrutar de un viaje totalmente gratuito, sí sí, mi viaje a Nueva York supuso 0€ a mi presupuesto. Norweigen me devolvió el importe total de los dos billetes más la correspondiente indemnización a cada uno, cubriendo sobradamente todos los gastos de nuestro viaje.

TARJETA METROCARD NUEVA YORK

Para mí fue un indispensable ya que viajaba con un presupuesto limitado (aún no sabía lo de la indemnización que me correspondía por la cancelación de vuelos). Y aunque me hubiese encantado desplazarme por Nueva York en el característico taxi amarillo, admito que el transporte más rápido, cómodo y, por supuesto, económico es el metro. Además, te aseguro que cuando entres al «the Subway» tendrás la sensación de haberte colado en un película…

IR EN METRO DESDE EL AEROPUERTO JFK HASTA LA CIUDAD DE NUEVA YORK

La opción más económica para ir desde el aeropuerto hasta el centro de New York es usando el Airtrain.

El Airtrain lo puedes utilizar para moverte entre las diferentes terminales (1, 2, 4, 5, 7 y 8) del aeropuerto neoyorquino. Moverte entre estas terminales usando Airtrain es gratuito y muy cómodo, y su recorrido va desde la terminal uno a la ocho y luego te lleva hasta las estaciones de tren. A partir de aquí ya es de pago (ya tienes que comprar la tarjeta MetroCard y recargarla)

Estaciones de tren a las que va el Airtrain

  • Jamaica Station

Esta estación conecta con las líneas de metro E, J y Z. También te permite coger el LIRR (Long Island Rail Road, tren de cercanías con conexiones con Brooklyn, Penn Station, Queens y toda la parte oriental de la ciudad norteamericana).

Una vez te encuentres en Jamaica Station deberás dirigirte a la estación de metro Sutphin Blvd-Archer Ave (unos 3′ andando) si vas a Midtown Manhattan, Upper Manhattan, Southern Queens y Northern Brooklyn

  • Howard Station 

Esta estación sólo tiene conexión con la línea A ( la que necesitas si tu destino está en el Lower Manhattan).

Esquema del recorrido del Air Train
Terminales JFK y estaciones de tren a las que llega AIRTRAIN

Cómo coger el Airtrain en el JFK para ir hasta tu estación de tren (Jamaica Station o Howard Station)

Para llegar desde mi terminal del JFK hasta el Airtrain seguí las indicaciones del aeropuerto. Tranquila, son muy sencillas y no vas a tener ninguna dificultad. Una vez allí , y a través de las pantallas, comprobé cuál era el tren con destino a Jamaica Station (esa era mi estación de destino). Tardé aproximadamente 55´en llegar a esa estación desde el aeropuerto.

Al llegar a Jamaica Station tuve que comprar el billete al bajar del Airtrain y picarlo en los tornos para poder salir de la estación. (Tendrías que hacer exactamente lo mismo si tu estación de destino fuese Howard Station)

El billete del Airtrain cuesta aproximadamente 7,75$ (recuerda que sólo es gratuito para desplazarte entre terminales). A este importe de 7,75$ tendrás que sumarle 1 $ de la tarjeta Metrocard.

COMPRAR Y RECARGAR TARJETA METROCARD 

Recomendación anti-timo (hablo con conocimiento de causa): compra la tarjeta METROCARD  en las terminales que encontrarás al bajarte en tu estación de tren (Jamaica Station o Howard Station). Si hay fila, espera pacientemente tu turno y no la compres a nadie que pretenda venderte una para evitar que esperes la fila.  Y si te ves en la improbable situación de que no encuentras la terminal para comprar la tarjeta y un supuesto empleado, con jersey rojo y  «tarjeta identificativa» colgada de su cuello, te ofrece venderte una, ¡no la compres!: no es personal autorizado, es un estafador que te cobrará 10$ por la tarjeta cuando su precio en la terminal es de 1$.

Tarjeta MetroCard de Nueva York
Mi tarjeta MetroCard de Nueva York

Aclarado el punto de que la tarjeta debes de comprarla en la «maquinita» (grábalo a fuego en tu memoria), decirte que hay dos tipos de terminales («maquinitas»): las grandes, además de tarjetas de crédito y débito, aceptan efectivo. Pero las pequeñas no aceptan efectivo.

Comprar y recargar MetroCard al bajar del AirTrain en la terminal de tu estación (Jamaica Station o Howard Station):

Al bajarte del AirTrain en tu estación de destino, inmediatamente verás las terminales («maquinitas»): están ubicadas justo delante de los tornos de salida. Aguarda pacientemente la fila y cuando sea tu turno, sigue estos pasos:

  1. Pulsa botón START
  2. Elige el idioma
  3. Pulsa botón METROCARD
  4. Pulsa OBTENER UNA TARJETA NUEVA
  5. Selecciona UNLIMITED RIDE (válida para 7 días con viajes ilimitados. Y si vas a estar menos de 7 días, también te la recomiendo)
  6. Si pagas con tarjeta, espera a que salga la notificación de «Remove your Credit Card» para retirar tu tarjeta de crédito o débito.
  7. Al pagar con tarjeta, la máquina te pedirá tu código postal (zip code): indica el número 99999 y pulsa ENTER en el teclado de abajo.
  8. ¡Listo! Imprime un recibo (recomendable) y ya tienes tu tarjeta METROCARD
  9. Ahora toca RECARGAR TU TARJETA METROCARD CON EL IMPORTE DEL BILLETE DEL AIRTRAIN
  10. Pulsa de nuevo botón START
  11. Elige nuevamente el idioma
  12. Pulsa botón METROCARD
  13. Pulsa RECARGAR SU TARJETA.
  14. Inserta tu tarjeta en la ranura con la leyenda METROCARD.
  15. Selecciona la opción AGREGAR VALOR (Pay-per-Pay) y especifica la cantidad: 7,75$ (es el importe del billete del AirTrain)
  16. Si pagas con tarjeta, espera a que salga la notificación de «Remove your Credit Card» para retirar tu tarjeta de crédito o débito.
  17. Al pagar con tarjeta, la máquina te pedirá tu código postal (zip code): indica el número 99999 y pulsa ENTER en el teclado de abajo.
  18. ¡Listo! Imprime un recibo (recomendable) y ya tienes cargada tu tarjeta METROCARD con el importe del billete del AirTrain
  19. Pasa tu tarjeta METROCARD por el lector de los tornos de salida para abandonar la estación de tren.

Una vez hayas salido de tu estación de tren tienes que dirigirte a la estación de metro que te llevará a la ciudad de Nueva York. En mi caso tenía que ir hasta la estación de metro Sutphin Blvd-Archer Ave (3´ minutos andando). Una vez dentro, procedí nuevamente a recargar mi tarjeta METROCARD, pero esta vez con el abono ilimitado para desplazarme por el metro (este tipo de recarga sólo se puede hacer en las terminales del metro y no en las terminales de las estaciones de tren).

Recargar METROCARD UNLIMITED,7 en la terminal del metro:

  1. Pulsa botón START
  2. Elige el idioma
  3. Pulsa botón METROCARD
  4. Pulsa RECARGAR SU TARJETA
  5. Inserta tu tarjeta en la ranura con la leyenda METROCARD
  6. Selecciona la opción AGREGAR TIEMPO
  7. Pulsa  7 DAY UNLIMITED (33$)
  8. Si pagas con tarjeta, espera a que salga la notificación de «Remove your Credit Card» para retirar tu tarjeta de crédito o débito.
  9. Al pagar con tarjeta, la máquina te pedirá tu código postal (zip code): indica el número 99999 y pulsa ENTER en el teclado de abajo.
  10. ¡Listo! Imprime un recibo (recomendable) y ya tienes cargada tu tarjeta METROCARD 7 DAY UNLIMITED

¡PEEEEROOOOOOO…!

La tarjeta METROCARD desaparecerá para siempre en 2023. Y será sustituida por el sistema de pago OMNY que se instalará en los tornos del metro y en los buses: podrás realizar el pago del billete tan sólo acercando el móvil o una tarjeta de crédito, débito o prepago al lector. ¡Y listo!

Si te interesa ampliar la información sobre este nuevo sistema de pago, pincha sobre el enlace https://omny.info/

EL DÍA DEL MARATHON: DESPLAZAMIENTO EN METRO HASTA STATEN ISLAND

Y llegó el gran día…

Mi desplazamiento hasta Staten Island iba a ser primero en metro, y luego en Ferry (gratuito). Y a día de hoy, no sólo recomiendo hacerlo así, sino que yo misma volvería a repetir esta maravillosa experiencia. ¿Por qué? Sigue leyendo…

A las 05:00 a.m servidora tenía que coger el metro en Columbus Circle. Iba sola. Como mi sentido de la orientación nunca ha sido mi fuerte, grabé a fuego en mi memoria LÍNEA ROJA 1 DIRECCIÓN SOUTH FERRY. En el enlace https://new.mta.info/schedules había calculado previamente el tiempo que tardaría mi metro en llegar hasta South Ferry desde Columbus Circle (25´) para poder coger a las 06.00 a.m el ferry (es el primero del día) que me llevaría hasta Staten Island.

A coger el metro para ir a Staten Island el día del Marathon de Nueva York

Así pues,  a las 05.00 a.m cogí mi metro, absolutamente vacío, y en sentido contrario. ¡Menos mal que lo había grabado a fuego en mi mente! Entre los ropajes modo «homeless» que llevaba puestos (para posteriormente deshacerme de ellos y dejarlos en los contenedores de la linea de salida en Staten Island) y los nervios que me entraron al ser consciente de que me había confundido de metro, casi me da un soponcio del calor súbito que me invadió. En la primera parada que hizo el metro me bajé, y allí mismo ya vi a un corredor, también disfrazado de «homeless», esperando al metro correcto. Este corredor era francés, así que no tuve dificultad para entablar conversación con él mientras el hombre me tranquilizaba diciéndome que llegaríamos a tiempo para coger el ferry a las 06:00 a.m

Cuando llegó el metro que sí me llevaría hasta South Ferry y vi su interior repleto de corredores, sonrisas, ojos brillantes y todos, absolutamente todos, también disfrazados con su atuendo «homeless», fui consciente de que la aventura acababa de comenzar. No conocía a nadie. Había gente de todas partes, de diferentes nacionalidades y, sin embargo, al subirnos el corredor francés y yo, todos los que ya estaban dentro, sin excepción, nos saludaron con una amplia sonrisa y gran familiaridad. Y comenzamos a compartir nervios y emoción. No había barreras idiomáticas, nos comprendíamos y entendíamos. ¡Éramos un equipo!.

Esa emoción compartida en el metro así como los nervios incontrolados y las risas histéricas o las miradas de complicidad y los resoplidos de  «por favor qué me muero», me supusieron una de las vivencias más inolvidables de ese gran día.

 

 

 

 

Vista de la estatua de la Libertad desde el ferry
Foto que subí a mi IG desde el ferry el mismo día del Marathon

Por supuesto que llegué a tiempo para coger el ferry a las 06:00 a.m, y cuando abrieron las puertas para que pudiésemos subirnos, las risas histéricas se habían quintuplicado con las de otros corredores procedentes de otras líneas de metro. Y es que el equipo iba creciendo…. Éramos cientos y cientos de corredores. ¡Madre mía que locura tan deliciosa, qué maravilla! Sin conocernos, una vez dentro del ferry, nos abrazábamos y nos deseábamos suerte. Jolgorio. Gritos al reencontrarse algunos de ellos. Cánticos. Y, de repente, un silencio sepulcral mientras todos nos dirigíamos hacia las ventanillas del ferry…

Estábamos pasando delante de la Estatua de la Libertad. Y lo siento, pero no te puedo describir este momento sin que se me ponga la piel de gallina…Había entrenado tanto. Había ahorrado durante tanto tiempo. Había pasado tan mal momento con la cancelación del vuelo…Y ahora estaba allí, ¡sí!, me encontraba al fin y por primera vez en mi vida ante la Estatua de la Libertad. Lo había casi logrado. Sólo me faltaba recorrer 42´195 km para poder abrazar a mi hijo en Central Park y contarle este momento mágico que estaba viviendo ante la Estatua de la Libertad. ¡Y lo hice!

Cuando llegué a Staten Island, sinceramente, tuve la sensación de estar viviendo el desembarco de Normandía…¡No paraban de bajar corredores de aquel ferry! Y pese a ello, todo súper bien organizado, de matrícula de honor, así que no temas perderte, ¡es imposible!: tanto la riada de corredores como el cordón policial te llevarán casi en volandas, y sin pérdida, hasta los autobuses dispuestos y a la espera de nuestra llegada y que, como lanzaderas y una vez completos, te trasladarán hasta los corralitos de la línea de salida.

Cogiendo el bus en Staten Island para ir a los corralitos

Los corralitos….¡Otra fiesta!. En tu corralito estarás unas horas antes de que puedas comenzar a correr. Yo tenía la salida a las 10:00 a.m. Así que hazte una idea…

Ahora, supongo, ya comprenderás el porqué de nuestros atuendos «homeless», ¿verdad? Tenemos que esperar al aire libre nuestro turno de salida dentro de los corralitos (aunque hay carpas por si llueve). Y te recuerdo que el Marathon de Nueva York se celebra el primer domingo de noviembre…¿Frío? ¡Sí, claro! (aunque yo corrí con 23º, lo habitual son temperaturas muy bajas en esa época del año, y la espera en los corralitos, si no vas bien abrigada, puede ser un horror).

 

 

 

 

¿Qué hice durante la espera en el corralito? Pues estuve hablando con unos españoles. Me tumbé sobre un plástico y dormité un poquito. Luego me fui con un grupo de italianos que, al parecer, un par de ellos estaban sin dormir y sus compañeros se reían de ellos al visualizar lo se les venía encima. Me iba hasta la barra de la cafetería donde tenías chocolate caliente, té, leche, donuts, etc, y todo gratuito. Risas. Saludos de ¡hola, venías conmigo en el metro, suerte si no te vuelvo a ver!…

María dormida sobre plástico antes de la carrera
Pillada in fraganti mientras dormía en el corralito antes del Marathon de Nueva York. Foto de Luis Pérez, de Correr en La Rioja

Y de repente comienzas a escuchar por megafonía a Frank Sinatra cantando «New York New York». Finaliza la canción e inmediatamente escuchas el primer disparo de los marines dando la salida al primer cajón de corredores, y lloras…¡Nadie que no haya vivido esto podrá comprenderlo nunca!

Empiezo a sentir calor. Comienzo a quitarme algo de ropa mientras megafonía anuncia la salida de mi corralito, ¡es mi hora!. Los operarios abren las vallas para que los corredores de mi corralito procedamos a abandonarlo. Yo no sabía ni a dónde me dirigía, pero me limité a ser una oveja más del rebaño.

Aún tienes que caminar un buen trecho antes de comenzar a correr, por lo que te recomiendo no despojarte de toda tu ropa sobrante de forma inmediata. Durante esa caminata, además de ir depositando en los contenedores la ropa, también aproveché para ir tomando mis suplementos vitamínicos mientras pasaba por delante de los marines y veía como los primeros corredores de mi corralito iniciaban la carrera.

Por fin visualizo el puente Verrazano-Narows. Y, precisamente sobre el puente, es cuando inicié la carrera observando cómo Manhattan, grandiosa, descarada y retadora, me esperaba a lo lejos. Rápidamente controlé mis emociones y logré entrar en ritmo para hacer un recorrido que dejó  innumerables e imborrables recuerdos en mi memoria.

Puente Verrazano-Narrows, iniciando el Marathon de Nueva York. Foto hecha por Luis Pérez, de Correr en La Rioja.

Durante la carrera pude ver a mi hijo entre el público, agitando la bandera de España y gritándome hasta quedar afónico: «vamos mamá, vamos que eres la mejor, vívelo mamá»…Él sí que lo estaba viviendo. ¡Menuda fiesta tenía montada! Y para mí, verle allí, me dio tal subidón que me permitió llegar casi entera hasta el km 38 (a partir de ahí, no te voy a engañar, comencé a sufrir un poquito).

Si vas al Marathon acompañada de familiares y amigos no corredores, ellos también podrán animarte durante la carrera y vivir el ambiente de ese día en las calles de Nueva York. Así que voy a compartir contigo los mejores lugares donde tus familiares y amigos podrán verte pasar:

  • Quinta Avenida, esquina con el hotel Plaza. Desde aquí te van a ver casi «en las últimas» porque ya irás muy cansada, y tendrán que animarte muuuchooo: amiga, estarás enfrentándote a los dos últimos kms del Marathon, y pican para arriba. Recuerdo que en este punto había mucho público animando a los corredores, y aún sigo agradeciendo con toda mi alma las palabras de aliento y ánimo de todos aquellos desconocidos que, sin dudarlo, me empujaron hasta llegar a meta.
  • El Guggenheim: a la altura de este museo en Manhattan también te podrán ver pasar.
  • Brooklyn: el mejor punto para verte es cerca de la estación de metro Bedford Avenue/North 7 Street Brooklyn. Y en cuanto te hayan visto pasar, desde esa misma estación podrán coger un metro que los lleve hasta Queensboro.
  • Puente de Queensboro: mis piernas aún no han olvidado la subida de este puente. Y las tuyas seguro que tampoco lo harán, pero tus familiares y amigos podrán verte a la salida del puente, cuando vayas a entrar a Manhattan.
  • Central Park: recomiendo a tus familiares y amigos que entren a Central Park por la calle  66th para apoyarte y animarte en la última subida del Marathon. Y una vez allí, que griten con todas sus fuerzas, pero no sólo a ti sino a todos los corredores porque os quedarán aproximadamente 200 interminables metros para cruzar la ansiada meta. Avísales de que, una vez la hayas cruzado, vas a tardar un buen rato en poder salir de Central Park. Y como habrá muchísima gente por esa zona, te recomiendo como punto de encuentro con ellos, o bien el edificio Dakota (ante cuyo portal asesinaron en 1980 a John Lenon), o bien la boca de metro de Columbus Circle, donde está el Trump International Hotel and Tower, fácilmente reconocible al haber sido escenario de la película «Un golpe de altura»

Sólo me queda, para finalizar, desearte mucho ánimo y mucha fuerza para esta gran aventura. Por si te sirve, te confieso que yo la repetiría ahora mismo, incluso si tuviese que volver a vivir la desagradable situación de Barajas.

Si tienes alguna duda o te apetece compartir algo, te invito a que lo hagas. ¡Te espero en los comentarios!

 

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